Ayer fue un día terrible, hacía demasiado frio! Llegue a mi casa después de estar toda la mañana en la universidad congelándome y tenía que comer algo bien calentito, que se prepare rápido y también un poco calórico… no habían muchas cosas en mi refrigerador, pero si las suficientes como para hacer un buen risotto de queso. No tenía arroz arbóreo así que lo prepare con arroz normal, igual funciona, pero es preferible el otro. Y para hacerlo más improvisado aún, lo hice sin caldo porque mi estomago no aguantaba esperar el tiempo que se demora en hacer uno y sin vino blanco, porque no tenía!!! Así y todo quedo riquísimo!!
2 tazas de arroz (ojalá arbóreo)
1 cebolla picada en cubitos
1 cucharada de menta picada muy chica
1 taza de queso mantecoso rallado
½ taza de queso parmesano rallado
3 cucharadas de mantequilla
½ taza de crema de leche
3 cucharadas de crema ácida
2 tazas de champiñones cortados de manera vertical
Fríe la cebolla hasta que este transparente, agrégale el arroz, sal y pimienta. Luego le vas agregando de a poco agua hirviendo, primero le pones una taza de agua hirviendo y revuelves hasta que se haya absorbido, repite ese proceso hasta que los granos de arroz estén blandos.
Después le agregas los champiñones previamente dorados en aceite de oliva, la crema, el queso mantecoso, la menta, mantequilla y la crema acida. Revuelves por unos 5 minutos o hasta que el arroz esté suave. Cubres el arroz con queso parmesano, apaga el fuego, tapa la olla y déjalo reposar por un par de minutos antes de servir. Decora el plato con menta picada.
El risotto no tiene que quedar espeso ni seco, por el contrario, debe ser muy cremoso y suave.
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